lunes, 11 de mayo de 2009

Tu.



Me asomo a la ventana, viendo a la gente pasar durante horas, gente de todas las clases, de todas las edades, toda distinta e inigualable, pero en esa gente había un grave defecto que solo podía ser distinguido desde mi punto de vista, y que para otros supondría una gran virtud, pero para mi ese defecto era no ser tú ninguna de ellas, y mientras me alejaba de aquella cristalera de nítidos cristales solo podía ir repitiendo un nombre en mi cabeza, una imagen, una canción. Eran un conjunto de sensaciones que me cortaban la respiración repentinamente y me la devolvía haciéndome inspirar bocanadas de aire sucio de la ciudad que llenaban mis pulmones sucesivamente, mientras moría poco a poco como resultado de la mezcla tóxica del humo que iba venciéndome y el conjunto de esas sensaciones que tanto temía seguir sintiendo en mi interior, y que no me dejaban ni un segundo tranquila, que eran como perros de caza persiguiéndome a todas horas, en todos sitios y en todos los momentos, por fin, y durante tan solo un segundo conseguí quitarte de mi mente y caí, caí rendida sobre la alfombra, tras comenzar a notar como mis piernas se debilitaban y perdía la noción del tiempo al soñar cosas tan imposibles que a la vez eran tan simples, allí se encontraba mi imagen, pálida, tendida en el suelo, con la mirada perdida y un pensamiento en mente, tan solo querer tenerte cerca y oír tus palabras mezcladas con las ráfagas de viento, salir a la calle y poder sentir la humedad en mis huesos como suaves caricias tuyas, mirar al cielo y encontrarte dibujado en cada nube, acariciar la lluvia como acariciaba tus mejillas y sentirte siempre cerca mía. Pero poco a poco se iban nublando estas ideas y emociones que sentía de forma continua, veía esto cada vez más lejano, como un sueño imposible e inalcanzable y tan solo me queda preguntarme por qué, por qué todo tiene que ser tan difícil, por qué tiene que haber algo que nos separa, yo, simplemente pido un segundo contigo, una caricia o algo tan simple como una mirada, porque siendo tuya me basta, pero no, nada es así y temo que nunca lo será porque ¿qué soy yo?, simplemente nada.

miércoles, 22 de abril de 2009

Aquel parque.


Tan solo un simple parque, arena, columpios, risas, llantos, para todos a sido tan especial, las horas que hemos pasado allí jugando, los amigos que hemos encontrado, las sonrisas que hemos llevado en la cara, todo eso gracias a un simple parque, que, ahora al contemplarlo solo puedes ves arena que mancha tus zapatos, molestas piedras que se te clavan al andar, dos columpios oxidados y poco más, pero en el fondo sientes que forma parte de ti, que algún día te hizo feliz y te queda el vago sabor de aquellas tardes en las que pasabas horas jugando a hacer castillos y a columpiarte hasta que se iba escondiendo el sol y oías a tu madre diciendo que se había hecho tarde y que debías volver a casa y entonces era cuando empezabas a desear que fuese el día siguiente para regresar a aquel mágico lugar en el que todo era como querías, podías imaginar ser la princesa del castillo que esperaba a su príncipe azul, o un vaquero del oeste, fuese lo que fuese allí era posible, pero con forme pasaban los días dejas de ser niño, comienzas a crecer y a su vez a darte cuenta de la realidad y de que aquellos cuentos de hadas no existían, que solo eran unas palabras con las que pasar el rato, y así sucesivamente hasta llegar un día en el que no se muestra ilusión por nada , entonces por una de esas casualidades y sin querer vuelves a aquel parque en el que tanto jugaste y tantas horas mirando al cielo estuviste y es cuando reflexionas y abres los ojos ante aquella situación, vale, es cierto, aquellos cuentos no existían en la realidad, pero sí en tu imaginación y siguen existiendo, solo que están ocultos entre tantos pensamientos, simplemente hay que hacerles un pequeño hueco en nuestro interior para poder sacar ese niño que llevamos dentro, que nunca se irá, por mucho tiempo que pase, siempre sonreiremos por ese motivo, cada uno de los momentos que pasamos, una de esas tardes en aquel mágico parque.

domingo, 12 de abril de 2009

Sonrisas.



Expresan miles de sentimientos, es un simple gesto que exterioriza las palabras, los pensamientos de cada una de las personas.
Todas tan distintas pero a la vez tan iguales, sonrisas tristes que te salen cuando ya no puedes mas, cuando notas como te vas fracturando con las ráfagas de viento y solo te queda ese gesto para poder seguir escondiendo ese dolor que contienes por dentro sin que nadie se percate de ello.
Sonrisas tontas que te salen solas cuando ves a esa persona a la que has estado tanto tiempo esperando y que por fin pasa un instante por delante tuya y puedes saborear su olor mientras miras la perfección de sus rasgos, y que aunque no se fije en ti, te sale sola, sin darte cuenta.
Sonrisas de felicidad, típico gesto que sueles ver en los parques a los niños pequeños, y que tienen a todas horas ya que sus problemas no van más lejos de “se ha colado en la fila del tobogán“, esas sonrisas son perfectas pues reflejan la verdadera felicidad que tendríamos que tener todas las personas pero que con el paso del tiempo vamos perdiendo, y que se esfuma con la inocencia, quedando junto a los recuerdos que solo regresan de vez en cuando pero se vuelven a esconder en la memoria al poco tiempo.
También está la sonrisa de la gente falsa, que nadie puede soportar porque no expresa los verdaderos sentimientos sino que solo muestran la parte irreal de las personas y las falsas apariencias que pretenden demostrar a los demás.
Pero para mi la sonrisa más especial y preciada que existe es la tuya, porque con una sola que me dirijas, por pequeña que sea es más que todo para mi, me alegra más que cualquier cosa, y me produce cientos de sentimientos a la vez que se mezclan en mi cabeza junto a miles de letras de canciones que tanto tiempo estuve escuchando con una sola persona en mente, tú.
Es complicado conocer los significados de cada una de ellas, aunque todas son especiales, al igual que las personas en las que se reflejan.

martes, 31 de marzo de 2009

Apariencias



Cada persona es como quiere, no tienes que juzgarla por como vista o hable.
Enseguida ponemos etiquetas que permanecen con el paso del tiempo, por una apariencia externa, o miramos de una manera extraña a los que son diferentes a nosotros, por el simple hecho de serlo, cuando deberían ser ellos quienes nos mirasen a notros así por ser todos iguales, por llevar el mismo pelo o por hablar de la misma forma.
Algunas veces las personas cambian con forme pasa el tiempo, cambian sus costumbres, su forma de vestir y así sucesivamente, pero no por eso cambian como persona, por dentro siguen siendo iguales y no por eso tienen menos personalidad, ya que es un cambio que ellos consideran positivo, o simplemente les gusta más esa forma de vida.
No tenemos que mirar distinto ni juzgar a esas personas, por llevar un gorro diferente al nuestro o unos pantalones blancos entre cientos negros, sido admirarlas por ser como son, sin que les importe el que dirán, ni los pensamientos de los demás, simplemente miran es su interior y exteriorizan lo que realmente quieren y sienten, sin tener en cuenta la opinión de nadie, sino la suya propia.

lunes, 30 de marzo de 2009

Ahora



Ahora solo queda mirar hacia delante. Dejar el pasado atrás y empezar otra vez, pero sabes, no quiero olvidar esos momentos porque por dolorosos que resulten, a mi en algún momento me hicieron feliz, y posiblemente sea eso lo que realmente me duela recordar, esos momentos tan perfectos contigo, que poco a poco se fueron esfumando con forme el reloj de arena llegaba a su fin, pienso que los deje escapar, y ahora quiero ser capaz de mirarte a los ojos y estar bien, de verte y no sentir la necesidad de abrazarte fuerte, quisiera ser capaz de hacer como si no hubiera pasado nada y de poder estar lejos de ti, pero la verdad es que no puedo, quiero tenerte, poder compartir contigo una sonrisa, poder contarte las cosas, pasar los ratos sin hacer absolutamente nada, ser tu amiga, sin más. Ahora es el momento de levantar la cabeza y no volver atrás, de rehacer las cosas de nuevo, sin ti, y de no pasarlo mal, ni por ti, ni por nadie, de ser como soy. Esto es una pequeña parte de las miles de palabras que pasan por mi cabeza y me hacer tomar decisiones, que aunque a veces resulten erróneas, otras es lo único que se puede hacer, no mirar atrás.

domingo, 22 de marzo de 2009

Texto de hace mucho!



Te busco, no te encuentro, enloquezco, tu sinfonía se esconde por la ladera de mi horizonte anaranjado en una tarde fría de invierno en la que tu te has marchado, miro tus ojos por última vez, en ellos, los mios reflejados, una gran angustia me recorre, insoportable sensación, ya no estás a mi lado, te marchaste, no miraste atrás, lo tenías claro, no quiero creerlo, pero me has vaciado, estoy muerta, muerta por dentro, mi corazón se a parado, cuando llegaste a mi no podía imaginarlo, no sabía que era, que se sentía cuando dejas de latir, te fuiste, lejos de aquí, para no volver a verme, yo sigo imaginando que no ha terminado, que sigo siendo aquella bomba de relojería que era cuando estaba a tu lado, pero no dura mucho, despierto, nadie contesta, de vuelta a la realidad,ese dulce sueño se esfuma entre mis dedos, ahora es una pesadilla, continua, no termina, no termina nunca, ya solo queda el aroma de tu piel en mis recuerdos, me encantaba, no lo niego, quiero volver a olerlo, a sentirte acariciando mi pelo, con tu mano en mi cintura, paseando abrazados, pero no es posible todo a terminado, me doy cuenta, no quiero creerlo, es la dura realidad, estás lejos, muy lejos, no siento nada, he fracasado en el intento, lo siento, siento haberte querido, porque lo sigo haciendo, y no voy a poder dejarlo, eres mi droga, sin ti enfermo, me apago, ya no me queda nada, me muero.

lunes, 9 de marzo de 2009

solamente dos palabras.



Recorro tu mente, en busca de un pequeño hueco para esconderme, me encanta, despertar con el primer rayo de sol reflejado sobre nuestras caras, poder sentir tu olor, conocer tus sentimientos con tan solo una mirada, recorrer tu piel y encontrar un lugar para estar solos, tus labios, el tacto de tu mano en la mía, todo se entrelaza en mi cabeza, alucinaciones, sentidos, me quedo si respiración, todo es tan perfecto, me pellizco, no es un sueño, sigue, despacio, no termina, tu dulce voz rebotando sobre las paredes de la habitación y yo como una inocente niña te observo, te oigo, en silencio, mientras tu me cuentas historias de esas que a mi me encantan, simplemente porque salen de ti, me quedo embobada, mirando tus rasgos, los veo tan perfectos, no hay defectos, es todo como un paseo por la playa, el agua tocando tu suave piel, el atardecer reflejándose en tu pelo, la brisa calmando el calor, la arena entre tus dedos, el sonido del mar, la gente caminando, miles de sensaciones recorren mi cuerpo en una sola, mi cabeza se llena de pensamientos, de miles de palabras que quieren salir, pero todas quedan retenidas, son un sin sentido de ideas que se mezclan, al final encuentro esa palabra, que resume a todas las demás, por fin, y con un pequeño hilo de voz se escucha te quiero, dos palabras que decían tantas cosas, era como nadar en un mar sin fondo, esas dos simples palabras eran como granos de arena, insignificantes junto al resto pero tan especiales cada una de ellas, cada persona le da un significado distinto, yo le había dado el mío propio, y ese significado eras tú, simplemente eso y nada más, para mi era el único significado que se le podían dar a esas palabras, no había ninguno otro capaz de sustituir al que yo le había dado, no había ninguno otro tan especial.