martes, 31 de marzo de 2009

Apariencias



Cada persona es como quiere, no tienes que juzgarla por como vista o hable.
Enseguida ponemos etiquetas que permanecen con el paso del tiempo, por una apariencia externa, o miramos de una manera extraña a los que son diferentes a nosotros, por el simple hecho de serlo, cuando deberían ser ellos quienes nos mirasen a notros así por ser todos iguales, por llevar el mismo pelo o por hablar de la misma forma.
Algunas veces las personas cambian con forme pasa el tiempo, cambian sus costumbres, su forma de vestir y así sucesivamente, pero no por eso cambian como persona, por dentro siguen siendo iguales y no por eso tienen menos personalidad, ya que es un cambio que ellos consideran positivo, o simplemente les gusta más esa forma de vida.
No tenemos que mirar distinto ni juzgar a esas personas, por llevar un gorro diferente al nuestro o unos pantalones blancos entre cientos negros, sido admirarlas por ser como son, sin que les importe el que dirán, ni los pensamientos de los demás, simplemente miran es su interior y exteriorizan lo que realmente quieren y sienten, sin tener en cuenta la opinión de nadie, sino la suya propia.

lunes, 30 de marzo de 2009

Ahora



Ahora solo queda mirar hacia delante. Dejar el pasado atrás y empezar otra vez, pero sabes, no quiero olvidar esos momentos porque por dolorosos que resulten, a mi en algún momento me hicieron feliz, y posiblemente sea eso lo que realmente me duela recordar, esos momentos tan perfectos contigo, que poco a poco se fueron esfumando con forme el reloj de arena llegaba a su fin, pienso que los deje escapar, y ahora quiero ser capaz de mirarte a los ojos y estar bien, de verte y no sentir la necesidad de abrazarte fuerte, quisiera ser capaz de hacer como si no hubiera pasado nada y de poder estar lejos de ti, pero la verdad es que no puedo, quiero tenerte, poder compartir contigo una sonrisa, poder contarte las cosas, pasar los ratos sin hacer absolutamente nada, ser tu amiga, sin más. Ahora es el momento de levantar la cabeza y no volver atrás, de rehacer las cosas de nuevo, sin ti, y de no pasarlo mal, ni por ti, ni por nadie, de ser como soy. Esto es una pequeña parte de las miles de palabras que pasan por mi cabeza y me hacer tomar decisiones, que aunque a veces resulten erróneas, otras es lo único que se puede hacer, no mirar atrás.

domingo, 22 de marzo de 2009

Texto de hace mucho!



Te busco, no te encuentro, enloquezco, tu sinfonía se esconde por la ladera de mi horizonte anaranjado en una tarde fría de invierno en la que tu te has marchado, miro tus ojos por última vez, en ellos, los mios reflejados, una gran angustia me recorre, insoportable sensación, ya no estás a mi lado, te marchaste, no miraste atrás, lo tenías claro, no quiero creerlo, pero me has vaciado, estoy muerta, muerta por dentro, mi corazón se a parado, cuando llegaste a mi no podía imaginarlo, no sabía que era, que se sentía cuando dejas de latir, te fuiste, lejos de aquí, para no volver a verme, yo sigo imaginando que no ha terminado, que sigo siendo aquella bomba de relojería que era cuando estaba a tu lado, pero no dura mucho, despierto, nadie contesta, de vuelta a la realidad,ese dulce sueño se esfuma entre mis dedos, ahora es una pesadilla, continua, no termina, no termina nunca, ya solo queda el aroma de tu piel en mis recuerdos, me encantaba, no lo niego, quiero volver a olerlo, a sentirte acariciando mi pelo, con tu mano en mi cintura, paseando abrazados, pero no es posible todo a terminado, me doy cuenta, no quiero creerlo, es la dura realidad, estás lejos, muy lejos, no siento nada, he fracasado en el intento, lo siento, siento haberte querido, porque lo sigo haciendo, y no voy a poder dejarlo, eres mi droga, sin ti enfermo, me apago, ya no me queda nada, me muero.

lunes, 9 de marzo de 2009

solamente dos palabras.



Recorro tu mente, en busca de un pequeño hueco para esconderme, me encanta, despertar con el primer rayo de sol reflejado sobre nuestras caras, poder sentir tu olor, conocer tus sentimientos con tan solo una mirada, recorrer tu piel y encontrar un lugar para estar solos, tus labios, el tacto de tu mano en la mía, todo se entrelaza en mi cabeza, alucinaciones, sentidos, me quedo si respiración, todo es tan perfecto, me pellizco, no es un sueño, sigue, despacio, no termina, tu dulce voz rebotando sobre las paredes de la habitación y yo como una inocente niña te observo, te oigo, en silencio, mientras tu me cuentas historias de esas que a mi me encantan, simplemente porque salen de ti, me quedo embobada, mirando tus rasgos, los veo tan perfectos, no hay defectos, es todo como un paseo por la playa, el agua tocando tu suave piel, el atardecer reflejándose en tu pelo, la brisa calmando el calor, la arena entre tus dedos, el sonido del mar, la gente caminando, miles de sensaciones recorren mi cuerpo en una sola, mi cabeza se llena de pensamientos, de miles de palabras que quieren salir, pero todas quedan retenidas, son un sin sentido de ideas que se mezclan, al final encuentro esa palabra, que resume a todas las demás, por fin, y con un pequeño hilo de voz se escucha te quiero, dos palabras que decían tantas cosas, era como nadar en un mar sin fondo, esas dos simples palabras eran como granos de arena, insignificantes junto al resto pero tan especiales cada una de ellas, cada persona le da un significado distinto, yo le había dado el mío propio, y ese significado eras tú, simplemente eso y nada más, para mi era el único significado que se le podían dar a esas palabras, no había ninguno otro capaz de sustituir al que yo le había dado, no había ninguno otro tan especial.

jueves, 5 de marzo de 2009

Detalles



Una noche, Clara, confusa y perdida, abrió la puerta y salio a la calle, anduvo por los adoquines rotos y sucios de su ciudad, caminó y caminó sin dirección, con destino a ninguna parte, esta cansada de mover las piernas de un lado para otro, con los zapatos desgastados y su ropa medio rota se tumbó sin poder más y se durmió mientras sentía una dulce brisa de verano que recorría su piel, al amanecer, despertó sobre un verde prado lleno de flores, a las afueras de un pueblecito, con un aspecto parecido al de los cuentos de princesas y castillos, todo era tan perfecto, a la vez que tan antiguo, sus ojos contemplaban aquel paisaje con asombro aunque también con cierta tristeza pues le recordaba a aquellas historias que su madre le contaba, una lágrima recorría su blanca mejilla como si de una gota de agua deslizándose por el pétalo de una flor se tratase, aunque, nada hacía que apartase la vista de aquello tan maravilloso, las calles estaban mojadas por el rocío de la mañana, las farolas aún encendidas, el sol , que ya se iba asomando entre las montañas y una mujer paseando el ganado, en la lejanía se podía divisar a un hombre de pelo blanco y barba larga, con la cara bastante arrugada debido a su vejez y ropas algo sucias, ella puesto que no conocía a aquel hombre permaneció en silencio, era como si este no se hubiera percatado de la existencia de la joven, simplemente pasó de largo, con camino hacia el pueblo, Clara le siguió con sigilo aunque al poco tiempo se dio cuenta de que el hombre no podía verla, escucharla, simplemente era como si fuera invisible, al llegar al pueblo observó que aquel hombre no era el único que no conocía su existencia, sino que también era invisible para el resto de la gente, así que decidió pasear por el pueblo y ver a la gente y lo que esta hacía, se dio cuenta de lo bonitas que eran las miles de flores que había, de lo bien conservadas que estaban las calles, de los colores tan llamativos de las casas y sobre todo le llamó la atención el comportamiento de la gente, la simpatía que tenían entre si y la ayuda que se prestaban unos a otros, entonces se acordó de su ciudad, del humo de los coches, del asfalto de las carreteras, de los altísimos y monótonos edificios, de la tristeza y amargura que reflejaban las caras de las personas y de las continuas discusiones por tonterías, son los pequeños detalles los que te hacen sentir bien y sonreír día a día.